Red de Madres x la Vida: Niños en la calle‚ desamor en el alma

viernes, 1 de julio de 2011

Niños en la calle‚ desamor en el alma

¿Cuántos de nosotros los vemos realmente? ¿Cuántos seguimos de largo como quien ve varias bolsas de residuos acumuladas‚ haciendo bulto‚ en algún rincón de la ciudad?

Niños en la calle‚ desamor en el alma

lunes, 27 de junio de 2011 | Ileana Mato

Como todos los días bajo del subte en la estación Callao. Camino rápido por la avenida Corrientes mientras fumo apurada un cigarrillo en los tres minutos que me faltan para no llegar tarde a la oficina. Entre tanta gente‚ bocinazos y mi celular que no para de sonar alcanzo a ver por el rabillo del ojo a esos niños y no tan niños‚ que a veces son 2 y a veces son 5‚ que sentados en sus cartones fuman pero muy pocas veces desayunan y me avergüenzo de mi propio fumar. Allí duermen‚ y se les nota la agitada noche en sus cuerpos. Igualmente‚ entre tanto caos propio y ajeno me devuelven una sonrisa de regalo. Son parte del paisaje matutino.

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MADRES por la VIDA de nuestros HIJOS, NO al GENOCIDIO por la DROGA y la EXCLUCIÓN

En estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir; es muy triste ver a nuestros hijos, “LOS HIJOS DE LA ARGENTINA”, como rehúyen la cruel realidad de una sociedad consumista que ha llegado a un grado de inmoralidad extrema.

Sin lugar a dudas que la primer responsabilidad de que nuestros hijos se droguen, es nuestra, es de los padres, pero también es cierto que esa responsabilidad es compartida con muchos actores y fundamentalmente por los gobiernos adictos al poder por el poder mismo.

Vaciados de la sensibilidad que solamente la pueden dar los principios basados en el respeto de lo humano y valorar la vida.

Llegamos a esta realidad por la perversidad, la hipocresía de muchos de ellos atados a la carrera loca de poseer bienes materiales, han dejado en el camino los valores que seguramente alguna vez los tuvieron.

Mientras tanto contagian a nuestros jóvenes con los antivalores (la mentira, el engaño, el hacer como que están trabajando para solucionar la situación…etc, etc) y generan un Estado burocrático, dando vueltas en un círculo vicioso, que se parece al juego del gran bonete ¿quién es responsable? -¿yo señor?, no señor…mientras tanto la droga en todas sus variantes invade las ciudades, invade nuestras vidas, invade la vida de todos.

La cínica discusión sobre la despenalización del consumo, no son mas que hechos producidos para distraer la atención de la sociedad y exacerbar aquellas voces que se levantan para juzgar a nuestros jóvenes víctimas del consumo y principalmente a los afectados por el consumo del paco, a los que llaman los zombies, los que tienen fecha de vencimiento, los ladeados.

Así llaman a nuestros hijos que están siendo aniquilados por el consumo de droga. Además de estos y muchos más apelativos se levantan voces en nuestra sociedad, tales como “Y bueno, ¡ya no sirven para nada!, ¡hay que matarlos a todos! Aquellas mismas voces que son incapaces de decir ¡básta! A la corrupción de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales, ¡básta de narcotraficantes!

Decimos que, poner sobre la mesa la discusión de la ley por la despenalización, en este momento, así como estamos nada cambia, en realidad hay que discutir el sistema de contención social, el sistema de salud, el sistema educativo, la distribución del ingreso, la recomposición de la red social.

Solo un programa con políticas integrales y de inclusión, ayudará a nuestros hijos, para que una vez hecha la recuperación salgan a un mundo en donde sean tratados como personas en un marco de verdad, justicia, amor y comprensión.

Hacerse cargo, por la Salud física y mental de los Hijos

"Esos hijos que veo alcoholizados, es solo circunstancial que no sean mis hijos. Esos hijos que mueren en manos de conductores alcoholizados o delincuentes drogados en los fines de semanas, podrían ser los míos, los que se matan conduciendo ebrios podrían ser los míos, los que agreden al salir de los boliches podrían ser mis hijos y los que son agredidos también podrían ser los míos. Los chicos que compran drogas a la entrada de la escuela o a la entrada de los boliches o en cualquier lugar pueden ser mis hijos. A quien le están vendiendo la droga esta noche, puede que sea mi hijo. Los que facilitaron esta modalidad de vida nocturna, que se transformó en “una cultura de la noche” y que comienza a la hora en que la mayoría de los adultos duermen, viven de mis hijos y los ayuda mi incuestionable ausencia. Por todo esto, no me queda otra manera de vivir que comprometiéndome en la defensa de lo que más aprecio en mi vida: Mis seres amados"

Hacerse cargo, también implica sumarse al reclamo de la implementación de Políticas Públicas Integrales y Eficientes por la salud de física y mental de nuestros HIJOS.