“Buenos Aires, 19 de marzo (
Éste párrafo describe fielmente la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra un enfermo de adicción a las drogas, cuando enajenado por su estado de intoxicación por el consumo de estupefacientes, ingresa a la guardia de un hospital. Ahí nos encontramos claramente con la ausencia del Estado que no prevé la protección de la vida del ciudadano siendo ésta un derecho fundamental. Tenemos entendido que los hospitales no cuentan con un protocolo especial y un dispositivo con especialistas, referido al tratamiento y contención de los pacientes con estas características, por lo tanto los profesionales no tienen el aval de interferir en la decisión del paciente que por otro lado, no se encuentra en sus cabales poniendo en riesgo su vida y la de terceros.
Hoy el caso de Lucas, tomó estado público por tratarse de un hijo de famosos, pero lamentablemente, estas situaciones se repiten y mueren muchos niños, jóvenes y adultos que no son conocidos y además carecemos de estadísticas ciertas, dado que las defunciones rezan: paro cardiorrespiratorio o algún otro diagnóstico que no permite visualizar de que se trataba de un paciente adicto, generalmente el consumo no es de un solo tipo de droga sino que, cuando entran en el infierno terminan en el policonsumo.
Son vidas que se pierden, por la desidia, la naturalización del consumo, la falta de decisión de los gobiernos de dar respuestas concretas en la erradicación de las cocinas de cocaína, su residuo “el paco”, anfetaminas, psicofármacos etc y cuanta droga circula libremente en nuestro país. Por otro lado la falta de políticas públicas integrales para la salud que nos deja en total y absoluto abandono.
Seguramente Lucas y muchos Lucas ejercen los derechos a la tenencia para el consumo en sus privacidades, pero luego salen afuera a buscar ayuda y encuentran la muerte.
Acompañamos a la familia de Lucas en su profundo dolor.
Redacción: Madres por
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