miércoles, 2 de junio de 2010

Ronda, jueves 27 de Mayo de 2010 Plaza de Mayo


La drogadicción, el alcoholismo, el tabaquismo, se engloban en un síndrome denominado: dependencia química, el cual se caracteriza por episodios de consumo descontrolado, pensamientos obsesivos de consumo, negación y uso a pesar de daño.


Con el tiempo el adicto realiza intentos de control del consumo que acaban con recaídas, sin un tratamiento eficiente, el descontrol persiste a lo largo del tiempo y el deterioro de la funcionalidad vital se hace progresivo.


La adicción es una enfermedad primaria del cerebro, con componentes bio-psico-sociales que influencian su desarrollo.


A pesar de que todas las adicciones químicas comparten estos mismos síntomas, la forma en que se manifiestan y los componentes específicos, tanto biológicos como sociales, típicos de cada droga, hacen necesario que cada adicción tenga un tratamiento especial.


La familia del adicto se afecta de esta condición desarrollando conducta patológica de control llamada codependencia.


Por esta razón es fundamental la atención del adicto y su familia. Acciones que se lograrían con un programa integral nacional que contemple seriamente la inclusión social, que apunte a la integración familiar, facilitando desde el estado los recursos necesarios, para modificar los hábitos que provocan la destrucción del individuo y su familia

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