domingo, 3 de octubre de 2010

Marihuana y cocaína en el sur entrerriano

Más allá del caso Maglione, el hallazgo de cargamentos de marihuana y de posesión de cocaína en el sur entrerriano no es nuevo, y hay varios hechos que proclaman la vigencia del tema.

Por ejemplo: septiembre 2010. Ruta Nacional 14. Gendarmería encuentra en un control de rutina 335 kilos de marihuana escondidos en un camión que transportaba maderas desde Misiones. Mucho para nuestra zona. Los mayores cargamentos se detectan usualmente en el norte del país (la excepción se produjo el 25 de marzo de 2006, cuando Gendarmería incautó en Ceibas 3.212kilos de marihuana que venían en un camión cisterna, disimulados entre bolsas de papa y cebolla).

Agosto de 2010. Gendarmería Gualeguaychú pide cinco órdenes de allanamiento. Los cinco procedimientos simultáneos dan resultado positivo: se secuestran tizas de cocaína, balanzas, celulares, 250 pastillas blancas para "estirar" (mezclar con pasta pura), dinero en efectivo y otros elementos. Hay una persona detenida que luego sale en libertad. La cantidad de droga es escasa: unos 30 gramos en total.

Julio de 2010. El 20, Gendarmería incauta ocho kilos de marihuana en un transporte de pasajeros, rutas 14 y 20. El 21, incauta cinco kilos más.

En varias ocasiones, particularmente en tiempos de carnaval: gramos de cocaína. Todo lo cual sirve de letrero: "la droga está aquí".

Se incauta solamente el diez por ciento

Las estadísticas indican que solo se incauta el diez por ciento del total que se consume. Esto es oficial. Lo recordó a EER una de las fuentes consultadas para esta investigación. Y lo aseguró en Gualeguaychú en octubre de 2009 el sociólogo Alberto Calabrese, secretario de Estado, especialista en adicciones, docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director de la carrera de Especialización en Adicciones de la Universidad Nacional de Tucumán. "Para no hacernos vanas ilusiones, en todo el mundo las mejores policías no tienen un nivel de captación del producto más allá del 10, 12 por ciento -dijo a esta cronista-. Todo el resto se trafica. Si hay corrupción en una frontera cuidada como la norteamericana donde se registra hasta el paso de un conejo, y sin embargo se cuelan kilos de cocaína, imagine qué pasa en nuestros países", dijo.

Si se incautaron 335 kilos de marihuana, quiere decir que se trafican por lo menos 3.350 y que se están consumiendo.

Federal y General Campos: "Lamentablemente, lugar de consumo"

El problema no está solo en el sur entrerriano. Ni en Paraná o Concordia. En enero de este año, el sacerdote Emanuel Bonetta, de la parroquia Santa Rosa de Lima de Federal, declaró a LRM 910 Radio Integración: Federal no es una ciudad de paso de las drogas como se hablaba, Federal lamentablemente es un lugar de consumo, y el consumo no viene de afuera, sino que se las venden acá adentro, y es tiempo de que nosotros tomemos conciencia". Agregó que "hay gurises de 12 ó 13 años en el boliche, y esos niños o adolescentes están indefensos ante todo esto; hay muchas familias que no pudieron celebrar el año nuevo porque uno de sus miembros jóvenes, de 15, 20 ó25 años, o murieron a causa de las drogas o la destrucción corporal y psíquica que producen las drogas hacen que tengan que estar en proceso de recuperación para salir de las drogas y otros internado casi definitivamente en hospitales psiquiátricos".

El problema está también en una población tan pequeña como General Campos (3 mil habitantes según el censo de 2001). "Acá el problema no es el alcohol, es la droga", declaró el concejal radical Marcelo Espinoza, en reunión con la policía tras distintos incidentes con jóvenes. "No podemos seguir escondiendo la cabeza como el avestruz", afirmó.

En Gualeguaychú, el senador Chesini detecta una situación similar. "En los barrios, la gente me dice que sus vecinos tienen plantas de marihuana, por ejemplo, o que tal familia sufre porque su hijo se droga... . Creo que el consumo de drogas es uno de los factores claves de la inseguridad en la que vivimos".

Para Chesini, "las herramientas tecnológicas y programas que se han utilizado para detectar mejoras en viviendas con fines impositivos, permitirían también detectar las pistas de aterrizajes clandestinas y zonas rojas en Entre Ríos. Estos elementos satelitales más las tareas de inteligencia podrían resultar un aporte de valor ante un problema atravesado por muchas variables, pero que tiene un único fin: consolidar un mercado en nuestra provincia que, por sus características, es una clara zona de riesgo"

Por Verónica Toller, para El Entre Ríos Domingo, 3 de Octubre del 2010

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