La omnipresencia de un estado clientelar, provoca que nuestros niños y jóvenes queden entrampados en el consumo de drogas, transformándose en material descartable para un sistema que los inducen al delito; roban y matan para alguien; alguien les compran lo que robaron, los desarmaderos se proveen de los autos que les piden “levantar”, alguien les paga por matar a otros, con el dinero que les dan a cambio compran drogas, el dinero gira y gira retornando de donde salió, los niños y jóvenes terminan presos o muertos ante una sociedad que los quiere linchar, pide paredón, baja de edad de imputabilidad. Los adultos delincuentes ¿Dónde están?, los que manejan esas grandes sumas de dinero del que hablaba ¿para ellos la cárcel no?
Todo funcionario está obligado a denunciar ante la justicia, los casos, de los que tenga conocimiento de connivencia o participación directa en el narcotráfico y trata de personas, de lo contrario está incurriendo en debilidad moral y faltando a los deberes de funcionario público. El silencio los convierte en cómplices. La corrupción ¿no es punible?
Los gobernantes se tienen que hacer cargo de la falta de decisión política para combatir las mafias.
El crimen organizado avanza velozmente, todos estamos en peligro, los chicos no son los responsables de que esto suceda. No se nace delincuente!!!
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