domingo, 15 de mayo de 2011

El narcotráfico atenta contra la democracia


El narcotráfico atenta contra la democracia

Diario El Argentino

Editorial

15/5/11

Si algo atenta contra los sistemas democráticos, especialmente en Argentina y en toda América Latina ya no son los golpes a las puertas de los cuarteles, sino el narcotráfico.

Y el narcotráfico se ha desarrollado y expandido porque en su red más neurálgica cuenta con la garantía de quienes muchas veces se valen de la política para construir esta malla de impunidad.

Por otro lado si hay algo que está muy visible en las sociedades latinoamericanas es el poder oculto y no tan oculto del narcotráfico. Y los pueblos tienen la sabiduría incluso para saber aquello que no ven.

Además, también se sabe que el narcotráfico tiene una combinación de intereses directos y de simpatía y/o alianzas con otros negocios ilegales que se articulan en red como es el tráfico de armas y la trata de personas.

Estos hechos están convirtiendo a las democracias en una caricatura de sí mismas. Es lo que ocurre en toda Colombia. En casi toda Bolivia. En las zonas liberadas de Brasil (gran parte del Amazonas y en las grandes urbes como San Pablo y Río de Janeiro). Es lo que pasa en varios Estados mexicanos. Es lo que ocurre también en Argentina, especialmente en Salta o en el porteño barrio Bajo Flores, por citar algunos ejemplos que han aparecido en los últimos tiempos teñidos de sangre, con su secuela de terror que recorre a toda la sociedad. Y además de generar terror, deja rastros de una evidente impunidad en la que están implicados policías, funcionarios judiciales y dirigentes políticos.

Es muy difícil combatir al narcotráfico porque se sabe que ellos inyectan grandes masas de dineros en los mercados, en los negocios, en los partidos políticos, incluso en las instituciones y organizaciones corporativas. Y a los que se oponen, sencillamente los eliminan a un precio bajo pagando a cualquier sicario.

Es que el narcotráfico ofrece un negocio altamente rentable. Se trata de un producto que se paga en efectivo constante y sonante, no paga impuestos, no tiene cargas sociales y encima tiene un mercado que año tras año se expande cada vez más porque sencillamente hay cada vez más consumidores. No es casual que en algunas regiones del continente hasta manejan la vida diaria de las personas e incluso los resortes más sensibles del poder.

Pero no son sólo las fuerzas de seguridad las que están implicadas en la impunidad. Eso es superficial. Argentina es un país donde cualquiera puede construir una pista de aterrizaje para grandes aviones en medio de un desierto sin dar ninguna explicación razonable. Este es un país donde cualquier puede construir un puerto fluvial en un río fronterizo sin que nadie diga nada ni se le ocurra de vez en cuando querer saber qué está ocurriendo allí. Es un país donde cualquier puede pasar por la frontera o por Ezeiza una o varias maleta sin ningún control; para citar algunos pocos ejemplos.

Lo otro que hay que saber es que la experiencia mundial enseña que no se resuelve el problema del narcotráfico con métodos represivos, aunque suene contradictorio. Es más, todas las agencias represivas y de inteligencias fracasan tanto para eliminar la producción como para disminuir el consumo de drogas. ¿Por qué se insiste con esos métodos? Porque venta de armamentos y drogas siempre van de la mano.

Mientras no se enfrente al narcotráfico eliminando su producción y disminuyendo el consumo, se estará acentuando el déficit institucional y se generará mayor inseguridad erosionando a la misma democracia.

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