miércoles, 25 de noviembre de 2009

JOVENES EN LA MIRA

Documento leído por las Madres, en la ciudad de La Plata el lunes 23 durante el reclamo de "Basta de culpabilizar y penalizar a los niños"

Supuestamente las instituciones actúan como regulador social del problema, pero en lugar de cumplir con ese rol son el centro del mismo.
Si realizamos un relevamiento sencillo de los recursos del Estado, caeremos en la cuenta de lo siguiente:
El Estado cuenta con edificios que hoy se encuentran abandonados.
Cuenta con suficiente personal capacitado y calificado muy mal pago, lo que hace que este personal tan valioso para el capital social deba buscar otro trabajo o varios trabajos más, para poder sustentar a su familia.
Esto lleva a la idea de tercerizar en comunidades terapéuticas el problema de las adicciones. Allí mediante una beca que paga el Estado (o sea todos nosotros), sumas onerosas a profesionales y no profesionales, material humano que valga la redundancia abunda en nuestro ministerio y en la subsecretaría de adicciones y a un servicio de hotelería que les sería mucho menos oneroso si utilizáramos los recursos que ya tenemos

Por falta de equidad en la redistribucion de los recursos públicos y con la aparición de lugares donde se cocina la droga, los jóvenes y niños caen como moscas en la miel en las garras de estas personas inescrupulosas que actúan con total impunidad y muchas veces con la complicidad de la policía.
Todos los jóvenes no están “JUGADOS” como se suele decir para justificar su ajusticiamiento. El paco y demás drogas les queman el cerebro, pero tienen recuperación si se les brinda el tratamiento médico y psicológico necesario si se trabaja con su familia, si se los integra poco a poco a la red social, escuela, clubes etc.
El estado tiene responsabilidad en esto, tiene que cumplir con su rol y con todas las convenciones internacionales a las que ha adherido. No solo con firmas, sino con hechos.
Escuchamos a miles de madres que concurren a solicitar ayuda a los hospitales, juzgados, salas de salud, comunidades terapéuticas etc. Solicitan una ayuda para sus hijos, la mayoría de estas mujeres son cabeza de familia y han trabajado toda su vida para brindar una situación de vida mejor a sus hijos. ¿Qué pasa en los centros educativos?, ¿Porqué? El Estado no le da importancia a los gabinetes, no alcanza el personal, no son suficientes los trabajadores sociales? Pues tomemos más! Que realicen en red un trabajo en conjunto con los demás profesionales de los gabinetes, con la salita del barrio donde vive el niño – joven, con su familia extendida para brindar protección y contención fuera del ámbito escolar.
No podemos seguir indiferentes ante tanto abandono, ante tanta decidia, los jóvenes y niños son personas a las que les gustaría dejar de drogarse, de robar si lo hacen y de estar en situación de calle. Tenemos la obligación de tomar la iniciativa, que no es poner más policías en la calle; gendarmería o armas en manos de los civiles. Debemos perder el miedo a los jóvenes y niños para poder accionar en pos de la recuperación de los mismos. Los chicos no nacen asesinos, no nacen ladrones, no nacen adictos a sustancias psicoactivas.
Todos somos responsables de mirar para los costados, de cerrar vidrios de los autos, de enrejar las casas, de poner custodia privada, de tirar a matar... Tenemos que reconocer que hay muertos de ambos lados, que todos somos víctimas de un estado que no cumple con el rol para el que fue elegido, equidad, salud, educación y la humildad de corregir lo que no se está haciendo bien.
Retroceder para reparar no significa debilidad, significa grandeza.
Ojala la grandeza impregne la sociedad y reconozca la nueva cuestión social, para accionar en pos de cambiarla.
Lunes 23 de noviembre de 2009



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