martes, 10 de noviembre de 2009

Ronda, jueves 5 de noviembre de 2009


Estamos transitando el tiempo de la demonización de los jóvenes, por lo tanto queremos decirle a la ciudadanía, que no se dejen engañar ya que la condición de adicto no implica ser delincuente.

Las autoridades responsables de gobernar nuestro país, tienen la obligación de decir verdad y actuar en consecuencia.

Es muy infantil pretender hacernos creer que la inseguridad reinante es a consecuencia de las previas para entrar a los boliches, y los causantes de todos los males lo provocan los jóvenes.

Cuando en realidad estos actos son solo los síntomas que nos aquejan, por la grave enfermedad que padecemos: la corrupción (cuya base es la mentira) la que está ramificada generando una metástasis en el cuerpo social.

Decimos que no es obsceno que muestren a los pobres, es obsceno que existan pobres, es obsceno que la droga esté al alcance de los niños y jóvenes, es obsceno que una madre no le pueda dar de comer a sus hijos, es obsceno que no se generen fuentes de trabajo, es obsceno decir que van a detener a los jóvenes por vagancia, es obsceno hacer anuncios virtuales, es obsceno... decimos todo esto porque todo tiene que ver con la falta de políticas públicas integrales ciertas y concretas y la decisión políticas de aplicarlas con absoluta transparencia, rompiendo las estructuras burocráticas que permiten la existencia de los nichos de corrupción.

Desde la Red de Madres por la Vida, seguiremos diciendo que la droga “el paco” es una herramienta de dominación y muerte, que utilizan los infames que desprecian la vida.



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